HomeNoticiasConferenciasPilar Domínguez Prats: “Las mujeres del exilio querían salir del olvido”

Pilar Domínguez Prats: “Las mujeres del exilio querían salir del olvido”

La historiadora y profesora honorífica de la ULPGC pronuncia una conferencia en el marco del proyecto expositivo “Ni a tontas ni a locas. Mujeres singulares en los entornos de Negrín”

“Las mujeres del exilio que entrevisté en México a finales de los 80 tenían interés en que se supiera su experiencia; querían salir del olvido al que el franquismo las había condenado”, afirma la historiadora y profesora honorífica de la ULPGC Pilar Domínguez Prats, protagonista este miércoles de la segunda conferencia del ciclo organizado en torno a la exposición “Ni a tontas ni a locas. Mujeres singulares en los entornos de Negrín”, que puede visitarse hasta el 20 de junio en la sede de la Fundación Juan Negrín, en Las Palmas de Gran Canaria.

Pilar Domínguez Prats, durante su conferencia.

A finales de los años 80 del siglo pasado, la historiadora entrevistó a 38 mujeres del primer exilio republicano español en México como parte de una indagación que sería su trabajo de doctorado y el inicio de una línea de investigación en la que fue pionera. Domínguez Prats distingue entre las exiliadas con personalidad política propia (es el caso de las diputadas republicanas Veneranda García,  Margarita Nelken, ambas incluidas en la exposición, o Matilde de la Torre), de las que salieron de España empujadas por la actividad de sus maridos u otros familiares. “Yo quise hacer un trabajo sobre la vida cotidiana, entonces se hablaba sólo del exilio intelectual masculino, ni siquiera de las mujeres intelectuales”.

Fruto de este trabajo de investigación, la profesora descubre la “Unión de mujeres”, una organización que se constituye en México en 1946, permanece activa hasta los años 60 y en la que participan unas 500 socias, aunque ambas cifras son aproximadas ya que no hay registros.

“Para mí fue un descubrimiento, era una asociación de mujeres que se definía como femenina, no como feminista, y se dedicaba a la solidaridad”. Su principal objetivo era ayudar con envíos de ropa, principalmente, a los presos y presas de la dictadura en España. “Duró mucho tiempo, mucho más que otras iniciativas políticas más ambiciosas que pretendían cosas como la reconquista de España o reorganizar el gobierno”.

Se trata de la continuación en el exilio mexicano de la Asociación de Mujeres Antifascistas, que durante la guerra en España se había ocupado de realizar tareas necesarias en la retaguardia como fue el reparto del racionamiento. Se trata de organizaciones de carácter unitario, pero en ambas el protagonismo del Partido Comunista es relevante.

El patio de la Fundación Juan Negrín, durante la conferencia de Pilar Domínguez Prats.

Unión de mujeres envía ropa y dinero a los presos y presas de la dictadura franquista a partir de los años 50, cuando, tras finalizar la 2ª guerra mundial, se reanuda el tráfico marítimo. Para poder ayudar, las mujeres organizan rifas y otras actividades y también recurren “al instinto maternal”.

 

“Para conseguir la solidaridad se recurre sobre todo al discurso maternalista, se hace un llamamiento a la mujer madre y a partir de ahí lograr una respuesta emocional”, apunta la experta.

 

Sostiene que se trata de política desde el espacio privado. “La participación de mujeres en política no es solo ir a una reunión de partido, la actividad de solidaridad es una actividad política: ir a las casas, recoger la ropa, organizar los envíos. Tienen contactos con el Partido Comunista, que es el que tenía una red clandestina importante”.

 

La organización editó una revista, “Mujeres españolas”, que se publicó en los años 50, y que constituyó otra de las fuentes que utilizó la profesora Pilar Domínguez para su investigación, además del trabajo de colegas mexicanas hijas de exiliados españoles y entre las que cita a Enriqueta Tuñón, Concha Ruiz-Funes y Dolores Pla. “Estas historiadoras empezaron a hablar de los refugiados del común, reivindicando a aquellos exiliados que no son intelectuales sino trabajadores, maestros, profesionales o gente que tenía un negocio”.

 

La fuente principal para conocer “a los refugiados del común” son las entrevistas orales, ya que “no tenían nada por escrito, no eran intelectuales” 

 

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Próxima conferencia del ciclo “Ni a tontas ni a locas. Mujeres singulares en los entornos de Negrín” : “Julia Álvarez Resano, la abogada de los trabajadores”, por Isabel Lizárraga Vizcarra, investigadora y escritora. 3 de abril, 19 horas, en la sede de la Fundación Juan Negrín (c/ Reyes Católicos, 30, Las Palmas de Gran Canaria).

 

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